Con una fascinante historia, que se remonta a la Edad de Piedra, Patones ha sido testigo del asentamiento de pueblos prehistóricos, prerromanos, romanos y visigodos. Llegó a albergar, incluso, un pequeño reino, al elegir sus habitantes en el siglo XVII al “Rey de Patones”, encargado de impartir justicia y representar a los vecinos de la localidad.
Patones de Arriba, declarado Bien de Interés Cultural e incluido en el selecto listado de “Villas de Madrid”, constituye uno de los principales atractivos de la comarca, gracias al singular encanto de este pintoresco y afamado núcleo urbano, que conserva íntegra su esencia.
La rica y variada geología del municipio, el patrimonio arqueológico y las numerosas infraestructuras hidráulicas, vinculadas a los ríos Jarama y Lozoya, además del valioso entorno natural, son otros de los muchos alicientes para visitar el antiguo reino de Patones.
LUGARES DE INTERÉS
YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO “DEHESA DE LA OLIVA” El Castro de la Dehesa de la Oliva data del siglo II a.C. El hallazgo de monedas pertenecientes al periodo de reinado de Enrique II de Castilla, parece indicar que su ocupación se prolongó hasta la Baja Edad Media. Este poblado estaba cercado por varios tramos de murallas y las calles eran rectas y horizontales. Las casas eran de mampostería, cimentadas directamente sobre la roca, lo que llevó a rellenar con tierra y piedra las desigualdades del terreno en su interior.
Tras su abandono como lugar residencial la cumbre del yacimiento fue reutilizada como necrópolis entre los siglos V y VI d.c.
PRESA DEL PONTÓN DE LA OLIVA Situada sobre el río Lozoya, se inicia su construcción en agosto de 1851 y se finaliza en 1856. Las obras se realizan en pésimas condiciones de trabajo con más de 1.500 presidiarios y unos 200 obreros libres. Debido a las filtraciones dejó de funcionar en 1904, aunque a veces se llena con agua sobrante de la Presa del Atazar.
Fue la primera presa que se construyó, en el territorio madrileño, para abastecer de agua a los habitantes de la ciudad Madrid.